4 MANERAS DE CREAR IDENTIDAD DE MARCA Y USP

Si tienes un producto o servicio, es probable que ya tengas un USP (Unique Selling Proposition, que en español se traduce a propuesta de valor), aunque no estés muy seguro de cuál es.

Tus USPs son todas las cosas de tu producto o servicio que lo hacen distinto y hacen que destaque de la competencia. Es importante definir cuáles son y acabar teniendo dos o tres en los que concentrarse.

Hacer esto te permite señalar que es tu producto y te ayuda a comunicar la identidad de tu marca a los consumidores.

¿Pero como puedes fomentar esta identidad de marca usando USPs? En Roas Hunter te mostramos 4 maneras de hacerlo:

1. Define que te hace diferente con tu USP

Lo primero que debes hacer es sentarte y escribir todo lo que hace a tu producto o servicio único.

El truco aquí es no pensar demasiado cuando hacer la lista inicial, y poner lo primero que se te venga a la mente. Puede ser algo pequeño y aparentemente insignificante que en realidad es clave para tu USP.

Esto funcionará aún mejor si lo haces con un grupo de compañeros. Os permitirá recopilar más ideas más rápido. En este tipo de «recopilación» es más importante la cantidad de ideas, que la calidad de estas. El objetivo es generar cuantas más perspectivas posibles, para más tarde poder evaluarlas y acortar la lista a ideas de calidad.

En el próximo paso, lo que quieres es encontrar solo dos o tres USPs que realmente abarquen tu empresa. Esto te ayudará a fomentar la identidad de marca durante todo el proceso del consumidor.

• ¿Cuál es la perspectiva de tu audiencia?
• ¿Qué hace que tu producto o servicio destaque de la competencia?
• ¿Qué necesidades satisface tu producto o servicio?

Deberás poner los USPs en orden de importancia, para que todos en tu negocio sepan siempre en cuál concentrarse más, y en que orden.

El paso final es comunicar a la organización cuáles son los USP, y asegurarte de que todo el mundo a todos los niveles es consciente de ellos.

2. Estrecha tu audiencia

No debes intentar impresionar a todo el mundo que ve tu producto o servicio. Eso solo puede llevar a decepciones.

La dura realidad es que tu producto no va a gustar a todo el mundo, y si intentas hacer parecer que si, lo único que conseguirás es decepcionar a las personas una vez hayan comprado tu marca.

Los clientes decepcionados se convierten en detractores y apartarán a clientes actuales y potenciales de tu marca. En vez de esto, piensa en un grupo o grupos concreto que pueden beneficiarse del USP que has definido en el primer paso.

Una de las maneras más fáciles de hacer esto es con la segmentación. Esto te ayudará a identificar a los buyer persona y decidir a cuál tienes que priorizar cuando estés comercializando tu USP.

Tu objetivo en este paso es encontrar el segmento de clientes que se identifiquen con tu marca. Por lo tanto, al definir el USP y priorizar a ciertos consumidores, verás que puedes fomentar con estos la identidad de tu marca. Así, podrás comercializar la identidad de marca a clientes que por una parte, compran tus productos y servicios, y por otra promocionan tu marca como parte de su identidad.

3. Satisface las necesidades de tu audiencia

Ahora que ya hemos señalado y priorizado los USP, y elegido la audiencia, es momento de hacer que tu negocio destaque.

Lo importante aquí no es venderse como los mejores, o señalar los fallos de los competidores. Lo que tienes que hacer es hacer que tu negocio se distinga y destaque de todos los demás.

Si has encontrado lo que te hace diferente, debes asegurarte de que la manera en la que vendes esto lleve consigo un mensaje. Y esto tiene que aplicarse a todos los canales que utilices para el marketing: desde publicar algo en el Instagram de la marca, publicar artículos, o incluso al utilizar el servicio de mensajería email.

4. Haz que tu marca sea más grande que tu producto

La visión y valores de tu empresa importan y mucho. Si quieres tener un negocio de éxito, es imprescindible establecer esto.

Estas tienen que ser las leyes por las que se rigen todas las personas de la compañía, y deben fluir a través de los clientes actuales y los potenciales.

Los valores de la compañía son la pieza fundamental para el éxito y la percepción de la marca por parte del consumidor, tanto o más que los productos o servicios que vende.

Los clientes normalmente se alinean con la identidad de aquellas marcas que tienen valores similares a los suyos personales.